FIMOSIS Y CIRCUNCISIÓN

FIMOSIS Y CIRCUNCISIÓN

Por: Dr. Carlos Razo Magallón. Cirujano Pediatra

Avalado por la U.A.G, UAEM, UNAM. Certificado y colegiado por el Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica y miembro activo de la Sociedad Mexicana de Cirugía Pediátrica

Hablar de fimosis es un tema que no nos ocupa hasta el maravilloso momento en que un varón llega a nuestras vidas, es más, muchos de nosotros ni siquiera habíamos escuchado sobre ella hasta ese día en que dentro de la algarabía del nacimiento del niño a alguien se le ocurre preguntar…. y ¿le van a hacer la circuncisión al niño?…  entonces sí, comienzan a surgir opiniones y cuestionamientos sobre el tema a nivel debate presidencial, preferencia política o equipo de futbol favorito; la gran mayoría de ellas sin fundamento y sustentadas únicamente en creencias, experiencias y en convicciones personales o tradicionales; lo que antes era algo que no tenía la menor importancia se convierte en una situación de estrés para mamá y para papá.

Lo primero es entender, ¿qué es la fimosis en el recién nacido?, y nos referimos a ella como la estrechez del prepucio (piel que cubre el glande) que impide la retracción del mismo para poder descubrir o exponer el glande (cabeza del pene). En otras palabras, el varón al nacer tiene un repliegue de piel que cubre la cabeza del pene y esto es naturalmente normal o mejor llamada por los profesionales, se trata de una “fimosis fisiológica o primaria”, esta es debida a la aglutinación normal del prepucio sobre el glande.

Esta fimosis fisiológica en el varón tiene un proceso de resolución también natural que se va dando con el tiempo producto de la secreción de sustancias grasas, el crecimiento del pene y las erecciones espontáneas presentes desde la etapa neonatal. Sin embargo hay niños que presentan un anillo constrictivo o “apretado” lo que sugiere una desproporción entre el prepucio y el pene, situación que dificulta la retracción del mismo o bien al retraerse ejerce un efecto de liga sobre el cuerpo del pene, situación que difícilmente cambiara con el paso del tiempo.

La mayoría de los varones verá resuelta su fimosis fisiológica en el transcurso de los primeros tres años de vida, y un menor porcentaje lo hará en los años sucesivos. Considerar la edad de los tres años como un parteaguas en la necesidad o no de circuncidar a un varón es una consideración arbitraria y sin fundamento, cómo lo es también indicar ejercicios de retracción prepucial o la aplicación de cremas y ungüentos ante un proceso que lleva su tiempo y que es natural.

Aun así, existen condiciones a cualquier edad que impiden la retracción del prepucio, como la presencia de un anillo constrictivo o la fibrosis del anillo prepucial, situaciones que provocan alguna sintomatología derivada de una higiene inadecuada (infecciones), de la dificultad para orinar o de una erección dolorosa; a esto le llamamos los profesionales “fimosis patológica o secundaria”, es decir, la falta de retracción del prepucio que condiciona alguna enfermedad o malestar. Entonces sí, se pueden indicar una serie de alternativas, principalmente para aliviar las molestias de ese momento y otras para prevenirlas, entre ellas, cremas y ungüentos, antibióticos, analgésicos, desinflamatorios o alternativas quirúrgicas (circuncisión, prepucioplastias) o simplemente medidas de higiene personal.

La circuncisión es un procedimiento presente en la historia de la humanidad, se ha realizado por siglos y se seguirá practicando, ya que no solo obedece a una razón médica, sino también ritos, usos y costumbres; no es un tema sencillo. Nos referimos a ella como el procedimiento quirúrgico a través del cual se remueve el prepucio que cubre la cabeza del pene, tiene un alto valor preventivo y también tiene indicaciones absolutas para su realización. Sin embargo, más allá de las consideraciones médicas, tiene una carga cultural, social, religiosa, tradicional e idiosincrática muy importante, que la gran mayoría de las veces influyen de manera determinante en su realización.

Existen indicaciones médicas precisas para realizar una circuncisión, entre ellas la prevención; pero existen también contraindicaciones muy precisas para no realizarla, asi como el riesgo inherente a cualquier procedimiento quirúrgico. Nuestro mejor consejo es que te acerques con un profesional en el tema, que pueda resolver todas tus dudas.

Aquí te comparto algunas ligas sobre el tema, con información de gran valor y reconocimiento internacional:

 

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5296634/

https://uroweb.org/wp-content/uploads/EAU-Guidelines-Paediatric-Urology-2016-1.pdf

https://www.cps.ca/en/documents/position/circumcision

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3576965/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18157674

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5332238/

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44478/9789241500753_eng.pdf;jsessionid=C4F8FE97A959C4C1BD77A8DEA90CE61C?sequence=1

El contenido anterior tiene un carácter exclusivamente informativo con términos adaptados a la población general, no sustituye la bibliografía médica o la necesidad de revisión médica, estando sujeta a la interpretación personal de quién la lea.

Una respuesta a “FIMOSIS Y CIRCUNCISIÓN”

  1. Cinthya Sandoval González dice:

    Me parece super acertada la idea y el concepto, muchísimas Felicidades y super recomendado Dr. Razo!

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